La vida es para construir esperanza y abrir horizontes, dijo al recibir el honoris causa del Cinvestav
Sirvió al país en uno de los aspectos más sensibles para el desarrollo nacional: Villa Rivera
Pablo Latapí Sarre, uno de los investigadores de la problemática educativa de mayor reconocimiento en México y Latinoamerica falleció la madrugada de este martes a la edad de 82 años.
Apenas el pasado 18 de junio, quien fuera asesor de los recientes titulares de la Secretaría de Educación Pública hasta la llegada de Josefina Vázquez Mota, recibió el que fue su último homenaje en vida en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Ahí, el actual titular de la SEP, Alonso Lujambio, recordó que Latapí Sarre fue discípulo de Ramón Martínez Silva, sacerdote jesuita que, en 1931, creó la Unión Nacional de Estudiantes Católicos (UNEC) en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Sin embargo, la UNEC tuvo una vida de 13 años por “la deliberada intención del arzobispo Luis María Martínez –por conducto de un grupo secreto llamado Los Conejos– de deshacerse de la incómoda y demasiado independiente organización estudiantil católica de la UNAM”.
Prolífica trayectoria
Alonso Lujambio expresó ayer sus condolencias a la familia del maestro Latapí, quien fuera fundador de instituciones educativas, escritor infatigable, crítico independiente de la política educativa. El funcionario destacó el trabajo de Latapí como creador de instituciones para el estudio de la educación, promotor de la investigación y generador del debate crítico con fundamentos históricos y filosóficos.
Latapí Sarre era investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, investigador emérito nacional de excelencia del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) e investigador emérito del Centro de Estudios Educativos.
Fue consultor internacional, embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, fundador del Consejo Mexicano de Investigación Educativa y también participó en la creación del Observatorio Ciudadano de la Educación.
Entre los reconocimientos que recibió destacan el Premio Nacional de Ciencias y Artes, la medalla Commeniuus de la República Checa, el Premio Interamericano de Educación Maracay –ahora Andrés Bello–; además del doctorado honoris causa de las universidades Autónoma Metropolitana, de Aguascalientes, Sonora y del Cinvestav.
Latapí Sarre fue también durante muchos años articulista del semanario Proceso, donde divulgó los temas pedagógicos y desde defendió ña educación pública del país.
En el homenaje en el Cinvestav, donde se llevó a cabo su última participación en público, Latapí Sarre enfatizó:
Estoy convencido de que hay que seguir trabajando por lo que queremos, en lo que nos corresponde a todos, creo que para eso es la vida, es construir esperanza, abrir horizontes, tender puentes hacia un futuro mejor, sembrar alegría y construir esperanza invocando nuestras utopías y trabajando tenazmente por realizarlas hasta el último día de nuestra vida.
Formador de recursos humanos
Mercedes Velasco Gómez, integrante del SNI, recuerda a Latapí como un “gran promotor de la educación en México para la que hizo importantes reformas.
Fue un hombre de una extraordinaria calidad humana y una capacidad sorprendente de convencimiento, debido a que sus propuestas eran muy razonadas y fundamentadas.
Latapí Sarre, dijo la investigadora, generó un gran impulso para la base social y el cimiento de la educación en el país. Su obra científica es citada en diversas partes del mundo y fue un gran formador de recursos humanos.
Para José Enrique Villa Rivera, director general del IPN, con el deceso de Latapí se extingue una vida dedicada a servir a México, dentro de uno de los aspectos más sensibles para su desarrollo: la educación.
Latapí Sarre, menciona en un comunicado, fundó una nueva disciplina: la investigación educativa y su trabajo fue siempre el de un luchador social a partir del conocimiento, las propuestas de modificar la realidad y un inquebrantable sentido ético.
René Asomoza Palacio, director general del Cinvestav, dijo: Latapí es uno de los pioneros de la educación en México por sus contribuciones a un campo que no existía; fue uno de los creadores de la educación como ciencia, es decir, hizo investigación para valorar el tema en México. Formó a varios asesores en la Secretaría de Educación Pública, su aportación fue realizar investigaciones para mejorar la educación.
Al investigador le sobrevive su esposa, Matilde Martínez.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2009/08/05/index.php?section=cultura&article=a03n1cul